GATO es un espacio de dualidad, fricción y multiplicidad—un nombre que encaja perfectamente con una criatura que, por naturaleza, desafía toda definición. LA PARADOJA DE GATO: elegancia y misterio para algunos; indiferencia y subversión para otros. Es precisamente esta tensión la que habitamos como galería, una tensión que refleja la esencia misma del arte contemporáneo. ¿Qué es GATO? Un homenaje y una provocación. Uno de nuestros fundadores ama a los gatos, encontrando en ellos una gracia autónoma y una belleza segura de sí misma. El otro, por el contrario, es alérgico a ellos—ni siquiera puede estar en la misma habitación. En los gatos vemos su indiferencia, su negativa a conformarse. Esta dinámica entre la reverencia y la repulsión no es simplemente anecdótica; informa el ADN de nuestra aproximación curatorial. La galería se convierte en un espacio de conversación entre estas polaridades: entre lo elegante y lo indómito, lo familiar y lo inquietante. LOS GATOS no resuelven contradicciones, las celebran. LOS GATOS están en constante cambio, no son estáticos. Nos movemos entre la atracción y la repulsión, entre la belleza y la incomodidad. Celebramos lo que llega con facilidad y aquello que no puede ser comprendido ni definido con facilidad. Exposiciones como encuentros. Nuestro programa se construye alrededor de colisiones inesperadas y diálogos, donde voces dispares comparten un espacio sin perder su autonomía. En última instancia, GATO no ofrece respuestas, sino que provoca preguntas. Como un gato, es inasible—siempre escapando de tu alcance, pero exigiendo tu atención.